Los numerosos premios que ha recibido San Felices denotan la relevancia histórica y patrimonial de la localidad: fue declarada Villa Medieval en 1291, Conjunto Histórico Artístico 1965, Premio de C de Turismo Castilla y León 1995 y Premio de Turismo La Salina 2004. A su vez, forma parte del Parque Arribes del Duero desde 2002 y pertenece a la Reserva de la Biosfera Trasfronteriza Meseta Ibérica declarada por la UNESCO en 2015. Una de sus fiestas, la de El Noveno, ha sido declarada de Interés Turístico Regional en 2005.

 

Dicha relevancia se ve reflejada en su Ruta Urbana interpretada por la localidad, que ofrece al visitante un recorrido cómodo y atractivo, dirigiendo sus pasos a los recursos más relevantes de la localidad, interpretados mediante señalización turística.

Su trazado circular señalizado mediante flechas orientativas comienza y finaliza en la propia Torre del Homenaje, discurriendo por las angostas calles de San Felices donde arquitectura e historia toman su merecido protagonismo.

La Ruta de los Peregrinos, nos descubre el camino de los que venían a San Felices buscando la Vía de la Plata en dirección a la tumba del apóstol en Santiago de Compostela. Si se toma este circuito complementario, los pasos del visitante darán con el Arco del Puerto, una de las cuatro puertas de las que dispuso la villa, por la que entraban intramuros los peregrinos, viajeros y comerciantes. Junto a ella, encontramos lo que fue el hospital de Roque Amador, dedicado principalmente a la atención de los transeúntes y peregrinos.  

La Ruta de los oficios y labores, por su parte, dirige al visitante hacia la tradición, los oficios y labores que han formado parte de la historia viva de la localidad y de la identidad de un pueblo. A lo largo de esta corta ruta, llegaremos al Museo del Cantero, donde poder conocer en profundidad este oficio ancestral tan arraigado en San Felices de los Gallegos; las ermitas de los Remedios y del Rosario; el museo del Lagar del Mudo, antiguo molino dedicado a la extracción del preciado aceite de San Felices, el “horno del pan” que desde 1719 sigue cociendo panes y dulces con las tradicionales escobas, o al “Dintel del herrero”, donde recordar, en su piedra labrada, uno de los oficios fundamentales en la vida no tan lejana de esta localidad.


Arco del Puerto. © Ángel Espinazo Pérez.
 
Dintel del herrero. © VACCEO